Mañana y el miércoles el mundo será testigo de un acontecimiento astronómico muy poco frecuente y que no se repetirá hasta el año 2117: el tránsito de Venus frente al sol, cuando el segundo planeta de nuestro sistema solar se interponga directamente entre la Tierra y el Sol.
Durante casi siete horas la silueta de Venus podrá ser vista desde la Tierra como un pequeño lunar negro deslizándose frente al sol. El evento podrá ser visto durante toda su duración en Hawai y Alaska, Estados Unidos, así como en el este de Australia, Nueva Zelanda, el Pacífico occidental, el este de Asia y las altas latitudes septentrionales.
Asimismo, el principio del tránsito podrá ser visto antes del anochecer en Norteamérica, Centroamérica y gran parte de Sudamérica y el final al amanecer del miércoles en gran parte de Europa, incluyendo el este de España, y África.
Según informa hoy Muyinteresante.es, este tránsito también será el primero de la historia en el que haya un satélite en órbita alrededor de nuestro planeta "gemelo", la sonda Venus Express de la Agencia Espacial Europea (ESA). La ESA retransmitirá el tránsito en directo desde la isla ártica de Spitsbergen, en el archipiélago de Svalbard, Noruega, bajo el "sol de medianoche".
Históricamente los tránsitos de Venus fueron uno de los métodos empleados por los astrónomos para determinar el tamaño de nuestro sistema solar. En el siglo XVIII, los astrónomos calcularon la distancia de la Tierra al Sol al medir el tiempo que tardaba Venus en cruzar el disco solar, tomando medidas desde distintos puntos del planeta y aplicando sencillas relaciones trigonométricas, según explicó el portal antes mencionado.
Actualmente, los tránsitos continúan siendo una herramienta muy útil para probar técnicas especializadas en detectar y caracterizar planteas en órbita a otras estrellas, fuera de nuestro Sistema Solar, conocidos como exoplanetas. Y es precisamente durante este tránsito, el momento indicado para que los astrónomos pongan a prueba sus nuevas técnicas, así como capturar nuevos datos que se incorporarán luego al archivo de los seis tránsitos de Venus observados desde la invención del telescopio a principios del siglo XVII.
Por tal motivo, miles de científico y astrónomos ya se están preparando para observar este raro fenómeno.
El tránsito anterior de Venus ocurrió en 2004 y no volverá a ver hasta 2117, ya que este fenómeno se produce dos veces cada siglo, con un intervalo de ocho años.