En Rusia ha sido creado un nano-revestimiento especial para el avión de la quinta generación T-50, que protege la cabina del piloto de las ondas radiales y de la radiación solar. Gracias a este revestimiento, la señal del radar del sistema antiaéreo del enemigo no se refleja en la cabina del avión, y los equipos instalados en su interior resultan invisibles para los sistemas electrónicos del espía.
El secreto principal del recubrimiento, ideado por especialistas de la compañía Tecnología, de la villa científica de Obninsk, (provincia de Kaluga, de Rusia central) consiste en que la aspersión se hace de unos cuantos metales: de oro, indio y plomo. El grosor de una capa no rebasa los veinte nanómetros, y toda la película, noventa nanómetros. En nanómetro es la mil millonésima parte de un metro, de ahí que sea imposible ver tal recubrimiento con la simple vista. La película se aplica con un dispositivo especial que permite lograr la aspersión total por todo el vidrio de la cabina. Para el revestimiento de un aparato se necesitan unos dos gramos de oro. El piloto de prueba ruso Magomed Talboiev indica que, hace ya tiempo que en muchos países se dedican a la creación de recubrimientos para lograr que los aviones y los barcos pasen desapercibidos:
—Los norteamericanos trabajaban, ya en la década del 80, en los revestimientos. Personalmente probé un caza MiG-23 con revestimiento para neutralizar las ondas radiales. Cuando el aparato es radiado por un sistema radioelectrónico, lo principal es que la señal reflejada sea menor que el aparato aéreo mismo. Ello se logra con el cambio de la construcción del avión, es decir, con el cambio del ángulo de los reflectantes, o mediante una pintura química. Cada uno de esos métodos ayuda a que el aparato sea menos perceptible para los radares. La tarea principal de la imperceptibilidad es disminuir la dimensión del avión en la pantalla.
La tarea principal en la creación de los aviones de quinta generación es la de ocultar de los radares los equipos de la cabina. Si las alas y el fuselaje están cubiertos con paneles que ocultan el avión, a través de la cabina el avión puede ser descubierto por sistemas antiaéreos modernos. La combinación del oro, del plomo y del indio, en el nuevo nano-revestimiento fue elegido mediante la selección de espectros de distintos materiales que tomó unos cuantos años. Este novísimo proyecto de los especialistas rusos reforzará la potencia militar del T-50, apunta Roman Gusarov, director de portal de Internet, avia.ru:
—Resulta muy complicado crear tal recubrimiento para los elementos transparentes de la construcción, y que al mismo tiempo permita en buen grado el paso de la luz. De ahí que este sea un paso muy importante en el desarrollo tecnológico y en la elevación de la imperceptibilidad de los aviones.
El caza de la quinta generación T-50 estará provisto del nuevo revestimiento una vez que se realicen los vuelos de prueba. Para el 2015 está planeado comenzar la construcción en serie de estos aviones invisibles.
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