Mientras los dirigentes del fútbol español se siguen tocando la barriga, los equipos siguen jugando sucio cuando tienen que enfrentarse al Barça. Ante la imposibilidad de hacerlo jugando a fútbol, la táctica está claro: hacer que la hierba parezca cualquier cosa menos un césped de un campo de futbol.
Y el campo de la Romareda no ha sido una excepción. Si el viernes Manolo Jiménez ya avisó de que no tenía ninguna intención de regar el campo, los jugadores del Barça casi se lo agradecieron. Porque el césped del campo del Zaragoza por tener tenía hasta ¡flores! Si, como lo leen. Flores en un césped totalmente irregular y lleno de clapas.
Cuando los jugadores del Barça llegaron a La Romareda se quedaron atónitos. "¿Esto es una broma?" "Ya no saben que hacer". Fueron algunos de los comentarios que se pudieron oir entre los jugadores barcelonistas.
La pregunta es si alguien piensa poner ya un límite a esta situación. ¿Acabaremos jugando en campos de tierra, como en el fútbol regional? ¿Será legal poner parket? Solo Villar y compañía lo saben...